Material de arte favorito.

 

No son los míos, pero podrían.



Hoy vengo hablaros de uno de mis temas favoritos: el material de arte

A pesar de tener bastante acumulado a lo largo de los años por diversos motivos (talleres de pintura y tal) no ha sido hasta este año cuando me he puesto a trastear en serio con ellos y menos a decantarme por uno. No obstante, siempre he tenido un claro favorito: la acuarela. Con la que mantengo una especie de amor-odio como cualquier otra principiante en esta técnica (en serio, todavía no he conocido a ninguna principiante que la ame desde el inicio). 

Por suerte, como decía, tenía cosas por casa del año la polka (más otras que ido comprando poco a poco). Los tutoriales de sitios como Domestika me han ayudado a averiguar las posibilidades que tienen cada uno (aunque no del todo, claro. Todavía me queda un largo camino, me temo). Este año me he puesto con ello, a parte de practicar con el dibujo, por supuesto, y estos son por ahora mis favoritos:

Grafito. El grafito creo que ha sido hasta el día de hoy mi gran descubrimiento porque ¿quién iba imaginar que con algo tan sencillo se podían hacer tantas cosas? pues sí, se puede. Se trata de un material versátil que viene en distintas presentaciones además de la clásica como bien pude comprobar en el curso de de Siamés Escalante. El único inconveniente que le veo es que es una técnica que deja bastante suciedad por lo que necesita un spray fijador para que se mantenga y de momento la laca parece que le va bien (o yo no he sabido usarla). Si lo uso más tendré que hacerme con un bote de spray para grafito.

Por ahora uso los lápices de Faber Castell.

Grafito acuarelable. Otro descubrimiento. La verdad es que ya los había visto antes por mi instagram y me llamaba la atención. Al igual que el anterior también es versátil aunque este tiene un efecto acuarela tras humedecer el propio grafito. Creo que la mayor ventaja es que fácil de controlar y da acabados resultones. 

El que tengo son en formato lapicero y también son de la marca Faber Castell. Aunque las hay en otras presentaciones, quizá más enfocadas al boceto. Esta va bien para el dibujo sin más.

Tintas (líquida, calibrados, plumillas,...). Lo he puesto en distintas presentaciones puesto que he acabado con unas cuantas guardadas en cajones, estuches,...y demás. Es posible que los primeros calibrados los descubriese en la clase de dibujo técnico del instituto. No supe más acerca de esta técnica hasta que en un taller de pintura me la pidieron en formato líquido y bueno, pues acabé con una amplia gama de colores (excepto el verde y el dorado, no sé porqué). Como por entonces lo de dibujar se me daba regular (peor que ahora) las dejé aparcadas muertas del asco. Hasta que este año las he vuelto a usar y me han encantado. 

De momento las he probado aplicando con el pincel como si fuesen acuarelas, pero quiero probarlas con las plumillas (algo más complicado por el pulso que requiere y los manchurrones accidentales que pueda haber). Haré lo mismo con los calibrados. Las únicas desventajas que le encuentro es que hay que ser bastante precisa con el pulso y que no todo el papel tipo de papel sirve para usarla, al menos en el formato líquido.

Los calibrados que uso en la actualidad son los Pigma Sakura. En cuanto a las tintas líquidas son de la marca Winsor & Newton. Tanto los unos como las otras tienen una amplia gama de colores, las de Sakura ya las había visto las de Winsor & Newton las he descubierto ahora. De todas formas, lo más probable es que me limite al negro básico (quizá combinado con blanco y dorado, un día de estos). El azul y el ocre también están bien para esto.

Acuarelas. Por fin les toca el turno.

Poco más puedo decir sobre ellas a estas alturas. Son un clásico. Siempre me han flipado por sus acabados sutiles. Aunque muchos artistas las usan para sus bocetos yo la prefiero para la ilustración y claro, las de gama alta cuestan un riñón por lo general (a no ser que pilles estuches compactos, de viaje u ofertas que siempre hay alguna). 

Los principales inconvenientes que le encuentro es que además de unas acuarelas de una marca aceptable también necesitas unos pinceles adecuados. Tampoco sirve cualquier papel y por supuesto, el aprendizaje puede resultar frustrante en función de lo que quieras hacer (si son solo bocetos o deseas aplicar solo un manchurrón no hay problema). 

En fin, un montón de movidas. A pesar de eso las quiero.

De momento me las apaño con las Sakura Koi y las Van Gogh

Otros. A veces también trasteo con los lápices acuarelables y el gouache, pero tampoco les acabo de pillar el punto. Supongo que es falta de práctica.

Esto es todo por ahora. No sé si retomaré el acrílico algún día. De momento me gustaría centrarme en una o dos técnicas como máximo para sacarles partido. Creo que será lo mejor.

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