Volver



Empieza a refrescar. 

Apetece volver a tomar un café calentito, un té chai o un chocolate (con churros). Apetece volver colocarse pantalones largos. Apetece volver a estrenar nuevo curso. Apetece volver, en definitiva.

En realidad este año no empiezo ningún curso nuevo. Bastante tengo con preparar unas oposiciones. 

Se me hace raro, la verdad. No obstante, como soy un culo inquieto. 

Sigo sumergida en la ilustración de forma autodidacta con la ayuda de los cursos de domestika  (y varios tutos random de Youtube). La buena noticia es que por fin logré acabar uno. Me gustó aquella sensación, así pues, me propuse seguir investigando hasta lograr mi objetivo y creo que lo estoy consiguiendo. Aunque aun es pronto para hablar de esto porque me lo estoy tomando con calma. 

De hecho he tenido que frenar durante unas semanas por un tema de salud del que aún me estoy recuperando (no es por COVID). Esta es la mala noticia. En cualquier caso, este verano me pegué la paliza de realizar dos retos, uno lo publiqué en instagram, el otro me lo guardé porque solo hice unos bocetos cutres para soltar la mano. Por el camino he empezado a usar procrate, me ha encantado, pero sigo sin soltar el tradicional entre otras cosas porque me encanta el material de arte, acumulo libretas para probar y porque todavía no he encontrado mi técnica predilecta. 

De momento parece que la acuarela queda descartada. Tras varios testeos he llegado a la conclusión de que para hacer una acuarela decente necesito materiales de calidad de los que no dispongo ahora mismo. Ni siquiera las famosas moleskines dan la talla. En fin, un desastre. 

El gouache es un firme candidato a quedarse como mi preferido. Es versátil y además, tiene opciones económicas que dan buenos resultados.

Por otro lado, sospecho que cada vez estoy más alejada de la escritura. Este verano hice un amago de regresar. Sin embargo, al darme cuenta de las incoherencias que tenía la historia dentro de mi propio worldbu abandoné. 

A veces escribo poesía, pero me siento un estancada en este aspecto porque hasta ahora solo ha salido drama escritoril y poco más. Quizá dibujar me llene más. No sé si es porque veo los avances de forma inmediata y no necesito que nadie más los juzgue. Los comentarios positivos siempre animan, conste. 

Y qué narices, siempre he sido más visual. El problema era que no tenía la suficiente soltura para plasmar las ideas sobre el papel de esta forma. 

A pesar de esto, prefiero seguir manteniendo el blog como espacio personal.

No me veo abriendo un canal de twitch, sería demasiado agotador para mí. Además, cada día me da más pánico exponerme. Un canal de youtube donde no aparezca mi cara no lo sé. 

Aquí estoy bien, yendo a mi ritmo.

Parece que no soy la única. Cada vez veo más gente saturada con las redes sociales. Lo mismo sucede con el mundo editorial. La inmediatez, la necesidad de la presencia constante y la sensación de que nunca es suficiente por mucho que hagas nos ha hecho bajarnos a unos cuantos de la noria. 

No sé si para bien. En mi caso particular me atrevería a asegurar que lo ha sido.

En resumidas cuentas, entre unas cosas y otras ahora me resulta más fácil encontrar huecos para actualizar (temas, no tanto), escuchar música,...y esas cosas que abandoné por tratar de escribir por encima de mis posibilidades. 

Comentarios

Entradas populares